Últimamente, en el ámbito de la gestión de personas o Recursos Humanos, se está promoviendo la diversidad como un factor decisivo, a la hora de promover una gestión de los equipos de personas positivo y enriquecedor para las compañías y las organizaciones, además de para las propias personas que formamos estos equipos de trabajo.
En estas nuevas orientaciones, se valora la riqueza que aporta la mezcla de talentos para alcanzar los objetivos planteados e, incluso, para orientar los nuevos proyectos o la captación de nuevos clientes.
Sin embargo, una de las características que suele darse, en los diseños de los programas de inserción socio-laboral, es el enfoque especializado por colectivos (mujeres, jóvenes, migrantes, mayores de 45 / 50 / 60) y tienden a diseñarse y aglutinar un grupo homogéneo según estas características.

Todas las personas con el tipo de categorías mencionados, no requieren de una intervención especializada en materia de inserción laboral por su edad, origen o sexo. La dificultad que presentan, posiblemente, se deberá a que tienen perfiles competenciales débiles o no definidos y necesitan trabajarlos, pero no hay diferencias entre hombres, mujeres o jóvenes, al menos para plantearse el acceso al empleo, salvo que haya que trabajar dificultades propias de ese colectivo, como la falta de experiencia en los jóvenes o el idioma y las referencias culturales en el caso de la inmigración.
Me temo que este tipo de diseño de programas, difícilmente responde a situar a las personas en el centro, aunque pueda parecerlo. En realidad, lo que ponen en el centro es la simplificación de las metodologías de aprendizaje, gracias a la homogeneización de los perfiles de las personas participantes, facilitando la labor de formación o tutorización. La diversidad exige una adaptación a cada una de las personas que participan, promoviendo procesos individualizados y adaptados a cada perfil.
Considero que hay muy pocos servicios especializados necesarios destinados a unos sectores muy concretos de población, por ejemplo, la enseñanza del idioma o la orientación jurídica, pero los de inserción socio-laboral no, porque estamos hablando de competencias que son comunes a cualquier persona.

En todo caso, para grupos homogéneos se podrían trabajar las dificultades propias de cada sector poblacional, como por ejemplo generar programas de empleo dirigidos a jóvenes que les permitiesen adquirir experiencia, ya sea directamente en la empresa o simulada (formación) a través de los mecanismos establecidos legalmente, prácticas no remuneradas, etc. O en el caso de determinadas personas migrantes talleres prácticos para el aprendizaje del idioma profesional de un determinado sector o talleres de referencias culturales que le faciliten la integración en la empresa.
Por otro lado, si lo que queremos trabajar son las competencias blandas y poner el foco en la modificación de conductas, percepciones, habilidades, motivaciones, etc., como clave para la inserción laboral, independientemente de la cualificación necesaria que se requiera; organizando grupos con colectivos homogéneos, lo único que conseguimos es que se retroalimenten en creencias o visiones propias del colectivo, que les impide abrirse a otras realidades. Empobreciendo los procesos de aprendizaje.
Grupos diversos con distintas visiones, perspectivas y perfiles competenciales diferentes, nos ayudarán, por el contrario, a flexibilizar, descubrir otras perspectivas, abrir nuestras mentes y adoptar nuevas creencias o visiones que ayudarán sin duda estimular el desarrollo personal, basado en el autoaprendizaje grupal, desde la participación y el protagonismo de sus participantes.

Qué mayor riqueza que la que aporta un grupo diverso en experiencias, perspectivas, vivencias o formación, pueden aportar grupos homogéneos y cerrados.
En el caso que nos ocupa, favorecer el empleo de personas con dificultades de acceso al mercado laboral y crear programas basados en la diversidad, enriquece y ayuda a trabajar con mayor impacto los cambios personales. ¿Por qué estamos fomentando la diversidad en las empresas como riqueza y nos empeñamos en crear programas de inserción socio-laboral dirigidos a sectores de población muy específicos y cerrados?