El empleo en la era postCOVID

Antes de la crisis provocada por la actual pandemia, veníamos experimentado varios procesos económicos y sociales que iban configurando poco a poco un nuevo modelo socioeconómico y que, a su vez, modificará definitivamente el concepto de trabajo y, por supuesto, el mercado laboral.

La pandemia provocada por la COVID 19 ha acelerado dichos procesos, adelantando lo que sería en el futuro este nuevo modelo. La crisis actual ha venido a profundizar o a acelerar algunos aspectos fundamentales que están configurando las nuevas relaciones socioeconómicas.

Enunciaremos ahora cuales son estos factores o claves para entender la realidad actual del empleo en nuestra sociedad, para ir desgranándolas posteriormente e intentar formular propuestas para mitigar sus efectos negativos.

La primera clave para entender dichos procesos es cómo la actual crisis sanitaria ha profundizado en los procesos de desigualdad social y pobreza, ya que la grave incidencia del COVID ha desembocado, a su vez, en una crisis económica sin precedentes en las últimas décadas.

Otra de las claves para poder interpretar el nuevo modelo socioeconómico hacia el que caminamos son los procesos de digitalización, automatización y robotización en los que están inmersos todos los sectores sociales, pero especialmente el del mundo empresarial. La IV revolución industrial de la que ya veníamos observando avances, con la COVID, ha dado un salto más que decisivo en su desarrollo e implantación.

La siguiente clave que tendremos que analizar es la tendencia de la economía a reducir el consumo y, por lo tanto, a dejar de considerarse el consumo como un factor clave en el desarrollo económico. La caída de la economía a nivel mundial y en particular en España ha supuesto una reducción del consumo muy importante, lo que ha provocado el incremento de la tasa de desempleo a valores de hace cinco años.

El estancamiento del consumo ya venía siendo notable debido al cambio de modelo socioeconómico hacia el que transitamos, por un lado, provocado por la disminución de la capacidad adquisitiva de importantes sectores de la sociedad y, por otro, debido a la transición hacia un modelo de producción más acorde con el cuidado del medioambiente.

El siguiente elemento clave que ha profundizado la crisis sanitaria es la precarización del mundo del empleo. La precariedad laboral se viene observando desde hace varias décadas con el incremento de la tasa de temporalidad y de parcialidad, entre otras, debido a la necesidad de flexibilización requerida por las empresas en un entorno volátil e incierto. Pero habría que hacer un esfuerzo por no identificar flexibilidad con precariedad.

No de menor importancia es el siguiente ámbito clave que ha puesto en crisis la actual realidad económica configurada por la COVID, la necesidad de llegar a un pacto social sobre el modelo fiscal y tributario. El anterior modelo basado en una fiscalidad sobre los rendimientos del trabajo estable se ha manifestado insuficiente para afrontar los retos actuales y para afrontar con éxito el tránsito hacia el nuevo modelo socioeconómico, donde el empleo deja de tener un peso decisivo.

Y finalmente no podemos obviar cómo la crisis sanitaria a puesto al descubierto una grave crisis social y de valores, en la que numerosos grupos sociales han puesto en jaque la seguridad sanitaria de todos al no acatar las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Constantemente ha sobrevolado el debate de qué es primero las personas o la economía, debate que perdería intensidad si nuestra sociedad fuese más cohesionada e integradora. Junto a ello hemos visto cómo se han fortalecido las perspectivas populistas, integrismos ideológicos o fundamentalismos irracionales.

Una vez descrito el panorama general que está configurando la realidad socioeconómica y del mercado laboral actual y del futuro, iremos abordando con mayor detalle y amplitud los procesos clave descritos en este post.